Gratitud

Hoy mientras me encontraba platicando con Dios y pensando en cada una de sus bendiciones, vi esas bendiciones de otra manera, porque normalmente vemos todas las bendiciones que tenemos como algo que Dios nos debe o como algo que merecemos por ser sus hijos pero no es así, Dios no nos debe nada a nadie y de hecho, tenemos una deuda de gratitud con Él que no podremos pagar, todo lo que tenemos que Él nos ha dado es pura misericordia y si te das cuenta al igual que yo, verás que absolutamente todo lo que tienes, es todo lo que no mereces, ¡Él me ha dado todo menos lo que merezco!; y puedo asegurar que a ti también te ha dado más de lo que mereces, y mucho más.

Creo que es increíble como a pesar de tener tanta bendición y además privilegios, seguimos quejándonos a cada segundo y nos encontramos codiciando y deseando  más y más o deseando otra cosa, tal vez reclamando por nuestro situación e incluso por cosas tan “pequeñas” como nuestro físico o nuestra incapacidad para hacer algo y ¿qué no nos hemos dado cuenta de todas las bendiciones que tenemos? ¿Qué no sabes que Dios no nos debe nada de lo que tenemos? ¿Qué no sabes que no mereces tener lo que tienes? Y aun así ¿reclamas, demandas más y te quejas de lo que si tienes?

¿Te has encontrado descontenta y quejándote constantemente como yo lo hago? Bueno tenemos un corazón quejumbroso y necesita ser cambiado por un corazón agradecido pero ¿cómo puedo estar agradecida cuando estoy pasando por tantas dificultades o cuando no estoy en un estado saludable?

 Tengo 3 motivos para que estés agradecida en esos momentos difíciles:

  • Porque todo lo que necesitamos es a Dios y en Él está todo lo que queremos y solo de Él depende nuestro gozo y contentamiento.

(“Y  vosotros estáis completos en él…” Colosenses 2:10/ “Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación.” Habacuc 3:18)

  • Porque a pesar de que las circunstancias no sean agradables, Dios aún es bueno.

      (¡Alaben al Señor porque él es bueno, y su gran amor perdura para siempre!

       1 Crónicas 16:34)

  • Porque es un mandato de Dios («Dad gracias en TODO, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.» 1 Tesalonicenses 5:18)
  • Porque toda situación difícil y sufrimiento es para su propósito.

(“Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito.” Romanos 8:28)

Es muy fácil ser agradecida cuando hay paz, estabilidad económica y emocional, cuando hay salud y todo marcha como esperas pero ¿Qué hay cuando no es así? ¿Sigues siendo agradecida? Y aun cuando no entiendes el porqué de tu sufrimiento ¿Estás dispuesta a dar gracias?

Tenemos dos opciones a la hora de experimentar dolor:

O adoramos y agradecemos

O nos quejamos y reclamamos

Yo no quiero seguir siendo una persona a la que siempre le falte algo, que no tenga contentamiento, no quiero seguir siendo ingrata y quejumbrosa con Dios y con los demás. Ya saben entonces el primer paso, si ha has descubierto el pecado de tu ingratitud ahora arrepiéntete y comienza a agradecer, una buena manera de empezar es por contar las maravillas que Él ha hecho por ti “(Quiero alabarte, Señor, con todo el corazón, y contar todas tus maravillas.” Salmos 9:1) esto producirá adoración. Otra es tomar el tiempo de  recordar sus misericordias del pasado, que hay muchísimas (“sus misericordias son nuevas cada mañana” lamentaciones 3:23) cada día vivido es una misericordia; cuenta tus bendiciones y proponte dar gracias en TODO y no solo a Dios también con todos los demás que han bendecido tu vida y también con quienes no y que te han enseñado a amar inmerecidamente, bendice con tu gratitud hoy  a las personas, y no te olvides de agradecer de las cosas más pequeñas y cotidianas, ¡La gratitud es importante, esta nos ayuda a vencer la amargura, la desilusión y sobretodo el corazón quejumbroso, volviéndolo en un corazón contento, humilde y gozoso!

-Mel-

15778256_754041544759187_1928900154_o

 

Un comentario en “Gratitud

Replica a Valeria Cancelar la respuesta